Muchas personas sufren de piel sensible, y las actividades cotidianas pueden empeorarla. Pero esto no tiene por qué ser así. Aquí analizamos las preguntas clave: qué causa la piel sensible, cómo cuidarla y cómo prevenirla a largo plazo.

Cuidado de la piel sensible 101: ¿Qué causa la piel sensible?

Cada piel es diferente. Algunas son naturalmente más sensibles que otras, y esto puede ser frustrante cuando constantemente se sufren brotes, irritación, enrojecimiento y más. Sin embargo, hay ciertas cosas que tienden a irritar aún más la piel, por lo que conviene evitarlas. Entre ellas se incluyen:

• Algunos productos de limpieza como jabones o limpiadores que contienen agentes limpiadores agresivos, por ejemplo, sulfatos.
• Productos de maquillaje y cuidado de la piel que no se adaptan a tu tipo de piel.
• Cremas y humectantes demasiado pesados ​​que obstruyen los poros.
• Piel seca, que se ha vuelto áspera e irritable debido a un cuidado incorrecto, lo que provoca una mayor sensibilidad.

¿Cómo sabes si tienes la piel sensible?

Existen muchos signos de piel sensible. Entre ellos se incluyen:
• Enrojecimiento
• Picor
• Piel seca y agrietada
• Hinchazones
• Golpes
• Ampollas
• Líquido supurante o supurante
• Sensación de dolor en la piel

¿Cómo cuidar la piel sensible?

Tener la piel sensible puede ser muy frustrante, pero la buena noticia es que hay muchos pasos sencillos que puedes seguir para aliviarla y prevenirla. Aquí tienes algunos consejos importantes:

Hidratar regularmente

El uso regular de un humectante adecuado para pieles sensibles como nuestra Manteca Corporal de Manteca de Karité y Sándalo puede marcar una gran diferencia.

Elija los productos adecuados

Algunas cremas hidratantes y cosméticos están diseñados específicamente para piel sensible para ayudarte a evitar irritaciones. Prueba, por ejemplo, nuestro gel de ducha de manteca de karité y sándalo o el aceite de ducha de rosa y almendras en la ducha, en lugar de jabones de baja calidad que pueden causar irritación. Para más información sobre cómo sacarle el máximo partido a tu gel de ducha, lee nuestro artículo sobre los beneficios de la manteca de karité en el gel de ducha.

Utilice el poder del vapor

En invierno, la calefacción central puede resecar mucho la piel. Prueba a colocar un recipiente con agua junto al radiador. Esta se evapora y evita que la piel se seque.

Evite los detergentes agresivos para la ropa.

Todos hemos tenido alguna vez una erupción cutánea al cambiar de detergente. A veces, los químicos o perfumes del detergente en polvo pueden ser demasiado fuertes para la piel, así que opta por los diseñados específicamente para personas con sensibilidad.
Estos son los aspectos clave que debes saber sobre el cuidado de la piel sensible. Si conoces los signos de la piel sensible, sus causas y cómo cuidarla, no te equivocarás. Prueba diferentes productos y rutinas de cuidado de la piel hasta encontrar la que mejor se adapte a ti. Tu piel realmente lo vale.